Había estado viendo una serie donde se hablaba del abuso. Si es usted como yo. Ha de haber estado...
Dios, emite tu voto a través de nosotros
¡Estamos entusiasmados, Señor! Esta semana podemos participar en la democracia. Podemos elegir a nuestros líderes. Entramos en esa cabina de votación como si fuera un confesionario y, sólo contigo mirándonos, tomamos decisiones desacuerdo a nuestro punto de vista político que reflejan nuestra fe.
De nuestros votos aislados sale un consenso. La voluntad del pueblo está hecha. Y se hace tu voluntad. Valoremos este privilegio y no descuidemos nunca nuestro deber de emitir nuestro voto. Es un acto justo de ciudadanía. Valientes personas murieron para obtener este beneficio. Muévenos a votar y a honrar su sacrificio.
Hay muchas cosas a considerar. Ayúdanos a navegar y examinar las posiciones de cada candidato. Ninguno de ellos es la elección perfecta. En el curso de los acontecimientos humanos, ningún candidato ha sido perfecto. Esta no es la Ciudad de Dios. Es la ciudad de los hombres y las mujeres. Y siempre has hecho un uso excepcional de personas imperfectas.
No estamos eligiendo a un pastor nacional, a un poeta laureado, a un rey o a una prima donna ceremonial. Ayúdanos a recordar lo que estamos haciendo: eligiendo líderes y legisladores que deben trabajar juntos para resolver los problemas de nuestros intereses colectivos. Recuérdanos que enviaste a tu Santo Hijo para servir y no para ser servido, y para entregarse en rescate por muchos. Llénanos de la esperanza que viene de él. Señor, por favor, emite tu voto a través de nosotros. Amén.