Como tan rápido.
Esto ha sido un batallar constante durante toda mi vida. No recuerdo cuando realmente comenzó. Pero cuando voy a un restaurante con amigos, siempre termino primero… aun cuando trato intencionalmente de comer lento.
No soy el peor en la familia. Tenemos un perro que come como si le fueran a robar su comida. Desafortunadamente, yo hago lo mismo que él.
Este mal hábito no es bueno para mi cuerpo, cuando me atasco con comida, usualmente después tengo una indigestión, reflujo y mi cuerpo se siente mal.
Pero es peor aun con mi alma. A veces ya estoy limpiando mi plato con mi lengua antes de ni siquiera pensar en dar gracias a Dios por la comida.
¿Y tú? ¿Te encuentras comiendo antes de “dar gracias”? Cuando sirven la mesa, ¿te encuentras pellizcando la comida antes de bendecirla? ¿El ordenar comida desde el coche se ha vuelto una forma de vida para ti?
Si ese es tu caso, ¿qué puedes hacer para cambiarlo?
Ora antes de comer.
Todas las veces.
Aun cuando nadie está contigo.
Este simple hábito tendrá un fuerte impacto en tu vida. Haz notado que cuando oramos antes de la comida, nuestra comida se vuelve una forma de adoración, una comida cualquiera se vuelve una bendición, y entonces puedo comer a la par de cualquier otro ser humano.
El parar para dar gracias por la comida es especialmente importante durante cualquier época del año.
Si tu sufres como yo, que cuando comes inhalas tu comida. Te invito a que hagas lo mismo que yo y ores antes de probar tus alimentos. Ora después de comer. Ora que Dios te haga bajar el ritmo con el comes tus alimentos para que puedas experimentar y ver la provisión de la comida.