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Debemos aprender a juzgar como Jesús

Escrito por Pastor Ben Sadler | Nov 28, 2023 5:39:36 PM

Seguramente has escuchado que Jesús una vez dijo: “No juzguen, para que no sean juzgados” (Mateo 7:1). Pero, ¿qué significa eso? Sigue leyendo y descubrirás que Jesús aclaró su declaración. No estaba en contra de juzgar a otros, sino, más específicamente, del juicio hipócrita. Él dijo: “Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:5). En otras palabras, no juzgues a otros de manera hipócrita.

En otras ocasiones, Jesús dejó claro que debemos hacer juicios sabios sobre las personas. Él dijo que debemos ser “prudentes  como serpientes y sencillos como palomas” (Mateo 10:16). Si no hacemos evaluaciones precisas de los demás, podríamos:

  • Dañar a aquellos que necesitan ayuda
  • Ayudar a aquellos que desean hacer daño 
  • O ser lastimados por aquellos que desean destruir. 

Por lo tanto, debemos aprender a juzgar como Jesús. Pero, según Jesús, ¿quiénes son los diferentes tipos de personas?

01 Ovejas del Buen Pastor

Según Jesús, algunas personas escuchan su voz y lo siguen. Estas  son las ovejas que son seguidores fieles de Cristo. Jesús los reprende y ellos responden. Se arrepienten, reciben perdón y cambian. Estas ovejas continuarán creciendo y floreciendo porque el Buen Pastor las guía.

Sabes que estás tratando con verdaderas ovejas porque están abiertas a la instrucción y la ayuda. Conocen sus debilidades y limitaciones, por lo que te escuchan y hacen las cosas buenas que les enseñas. Invierte tu tiempo en personas así. Podrás guiarlos y mentorarlos para que sean miembros prósperos de la sociedad.

02 Ovejas perdidas

En Mateo 18, Jesús describe a algunas personas como ovejas perdidas. En este contexto, esas “personitas” han tropezado. Según Jesús, alguien los hizo tropezar, y esa persona tendrá que enfrentar un castigo tan severo de parte de Dios que “más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino, y que lo hundieran en el fondo del mar” (Mateo 18:6). Jesús, quiere que busquemos a esta oveja perdida para que esa persona pueda volver a ser miembro de la iglesia de Dios.

Desafortunadamente, a menudo juzgamos erróneamente a las ovejas perdidas. Los vemos cayendo en algún vicio particular: promiscuidad sexual, consumo de drogas, comportamiento caótico, y los juzgamos como una causa perdida. Muy a menudo, su comportamiento es solo un síntoma del dolor más profundo de su pasado.

Con estas personas, no debemos dejarnos engañar por su comportamiento externo. Debemos escucharla pacientemente para llegar a la raíz de su herida y así poder guiarlos a sanar con la ayuda de Jesús.

03 Asalariados

Jesús dice que algunos líderes son simplemente asalariados. No se preocupan por las ovejas. Solo están en esto por el salario. Jesús también dice que cuando los lobos atacan, los asalariados abandonan a las ovejas porque no les importan en absoluto (Juan 10:12,13).

Sabes que estás tratando con un simple asalariado cuando esta persona solo se preocupa por sí misma. Hablan de sí mismos y hacen planes solo por beneficio propio. Ten cuidado al acudir a personas así,con tus heridas más profundas. En el mejor de los casos, podrían ignorarte y, en el peor de los casos, podrían reabrir tu herida.

04 Lobos con piel de oveja

Por más que no queramos creerlo, hay personas verdaderamente malvadas. Jesús dice que estas personas son ladrones y lobos que vienen a robar, matar y destruir (Juan 10:10). Estas personas han endurecido tanto sus corazones a la verdad de Dios que buscan controlar a otros sin ninguna resistencia de su conciencia. Peor aún,Jesús dice que a menudo, “se acercan a ti disfrazados de ovejas” (Mateo 7:15). Eso significa que pueden dar la apariencia de ser ciudadanos buenos y respetables, especialmente por lo que dicen y algunos actos aislados de caridad.

Pero Jesús dice: “Ustedes los conocerán por sus frutos” (Mateo 7:16). En otras palabras, si observas lo que sale de sus vidas, los frutos y sus acciones, comenzarás a descifrar si son confiables. Sabes que estás tratando con un lobo si esa persona se enfoca en el control. Esa persona intentará controlar la narrativa de cada interacción, a veces haciéndose la víctima y a veces el villano, lo que sea necesario para mantener el poder.

Con estas personas, ni siquiera aceptes una comida. ¡Aléjate de ellos! No intentes razonar con ellos. Y si es necesario, utiliza todos los recursos disponibles para protegerte de sus engañosos planes.

 05 Buenos pastores

Hay un Buen Pastor, Jesucristo (Juan 10:11). Él protege a las ovejas y las guarda de todo mal, incluso da su vida por ellas. Les da una vida plena, haciendo todo lo necesario para otorgar tal abundancia.

Aunque solo hay un Buen Pastor, hay aquellos que siguen su liderazgo. Estas personas están dispuestas a hacer sacrificios por el bien de aquellos a quienes cuidan. Son los padres, maestros, cuidadores, pastores y muchos otros que son seguidores confiables de Jesús.

Sabes que estás tratando con un buen pastor si su vida produce buenos frutos. Muestran un amor incondicional “hacia los más pequeños”. Escuchan cuando hay un clamor de abuso. Atienden las necesidades de los demás antes que las suyas. Son confiables.

Estas son las personas a las que puedes acudir para restauración. Confiesa tus pecados y dolor ante ellos porque te señalarán de vuelta a Jesús, el Buen Pastor. Caminarán contigo en tu proceso de sanación para que tus heridas finalmente se conviertan en cicatrices que puedan servir a otros.

06 Juzga como Jesús 

Incluso una lectura superficial de la vida de Jesús revela que a menudo evaluaba a aquellos con quienes interactuaba. Sabía que algunas personas intentaban engañarlo, así que no les prestaba atención. Sabía que algunos estaban sufriendo y anhelaban el perdón, aunque en ocasiones, parecieran ser un caso perdido. Sabía que algunos podían ser confiables y guiados hacia la grandeza, aunque la sociedad los pasara por alto.

Debemos seguir su ejemplo. Sí, Dios puede transformar al peor villano en su siervo, por lo que seguiremos orando incluso por nuestros peores enemigos. Pero recuerda, incluso Jesús no pudo cambiar a Judas después de que había entregado su corazón a Satanás. Así que sé sabio en tus interacciones.

Busca a las ovejas perdidas.

Invierte en los corderos de Jesús.

Evita a los asalariados.

Y lucha contra los lobos.

En todos los aspectos de tu vida, sigue al Buen Pastor, quien entregó su vida para que tú, tengas una vida plena.