Estás bombardeado con la cantidad de elecciones que tienes que hacer. Una compañía llamada Noom, que tiene una aplicación basada en la pérdida de peso, hizo una encuesta psicológica y encontró que una persona hace más de 122 elecciones informadas cada día. – Y, qué pasas al menos tres horas al día decidiendo qué es lo que vas a comer, a qué hora te vas a ir dormir, que vestir y también que vas a ver en tus dispositivos.
Tener que tomar todas estas decisiones te hacen sentir cansado/a, pero la gente combate este tipo de fatiga al limitar el número de decisiones menos importantes. Por ejemplo: Mark Zuckerberg (el dueño y creador de Meta), tiene un sistema muy simple para vestirse. Yo hago el menú de la semana todos los domingos así no tengo que decidir cada noche lo que voy hacer el proximo día. Algunos sólo eligen algo del menú de un restaurante.
Pero, qué es lo que haces cuando te enfrentas a decisiones más grandes, esas decisiones que probablemente no tomarías con tirar una moneda al aire, este tipo de decisiones te ponen en una encrucijada; cómo, comprar una casa, decidir entre el servicio militar o la fuerza aérea, elegir una universidad, si debes cambiarte de casa, considerar una fecha para el retiro o tal vez pedir matrimonio.
Gracias a Dios, Él no nos deja tomar estas decisiones solos. Miles de años atrás, Él le dio sabiduría al rey Salomón y Salomón compartió esa sabiduría en un libro llamado Proverbios, esa sabiduría nos guía a hacernos estas cinco preguntas.*
01 ¿Tengo toda la información de los hechos? Es fácil encontrar acontecimientos o soluciones que nos hacen sentir cómodos, así que necesitamos estar seguros de que debemos escuchar los dos lados de un debate, entonces solo así, tendremos suficiente información para ser una sabia decisión. Y si no, nos vemos así “¡Cuán presuntuoso y ridículo se muestra el que responde antes de oír! (Proverbios 18:13)
02 ¿Le di suficiente tiempo a esta decisión? Soy el tipo de persona que le encanta decir que sí inmediatamente pero luego me llegó a arrepentir porque dije que sí a muchas cosas. Entonces tomó en consideración seriamente este proverbio “ El deseo sin sabiduría no es bueno – ¿en que más me meterá estos pies ansioso míos?” (Proverbios 19:2) he aprendido a decir, “déjame pensarlo”. Todos podemos tomarnos nuestros tiempo, respirar profundo y dejar que las emociones fluyan antes de tomar una decisión.
03 ¿Cuáles son mis intenciones? Si somos honestos, podemos racionalizar todas las decisiones que hacemos. Es por eso que Salomon dice “ Todos los caminos al hombre le parecen buenos, pero las intenciones las sabe el Señor” (Proverbios 16:2) ¿Estás escuchando a tu ego, a tu orgullo, tu cuenta de banco – o puedes ser objetivo?
04 ¿He recibido un sabio consejo? En el antiguo testamento en la biblia. El faraón no escuchó a sus consejeros y no dejó á los Israelitas adorar a su Dios. Al contrario se rehusó a dejarlos adorar a su Dios. Y la culminaron ahogándose, él y su ejército en el mar Rojo, probando que “Cuando no hay buen guía, la gente tropieza; la seguridad depende de los muchos consejeros”. ( Proverbios 11:14) Tal vez tu no sea un rey pero Dios ha puesto personas en tu vida — un maestro, a los abuelos, un amigo maduro, un mentor, a tus padres — a que te ayuden a considerar estas cinco preguntas.
05 ¿He considerado mi heurística? supongo debemos definir primero qué significa la heurística. Son atajos mentales que nos ayudan a tomar decisiones difíciles de forma eficaz. Ya sea cuando haces uso de tus experiencias del pasado, o te vas más o menos a lo que sabes o usas una fuente de información confiable, la heurística puede ser de gran ayuda. Sin embargo, no garantizamos que esto te lleve a tomar la decisión correcta todo el tiempo. Por eso es bueno tomar precauciones de los Proverbios 26:11 . En serio escucha, “Perro que vuelve a su vómito: ¡eso es el necio que repite su necedad!” Asegúrate de no tomar decisiones eficientes que solo son repeticiones de malas decisiones.
*Aviso: Mi pastor compartió estas cinco preguntas conmigo en un sermón. El me ha dejado compartir estas cinco preguntas en cuanto no haga un mal uso y le dé el crédito merecido – no a él pero a Dios y a Salomón. Estas cinco preguntas vienen del corazón de Dios a través del bolígrafo de Salomón hacia el sermón de mi Pastor.